La familia Allium, que incluye ajos, cebollas, puerros, cebolletas, chalotas y cebolletas, es tóxica para los gatos. Eso significa que deberá tener cuidado de no dar a su gato nada que contenga alimentos de esa familia, ni en polvo, ni crudos, ni cocidos, ni líquidos, ni deshidratados.
¿Por qué la familia de la cebolla es tóxica para los gatos?
En primer lugar, la cebolla y el ajo provocan náuseas y otros síntomas gastrointestinales, como vómitos y diarrea. Pero una vez que han sido absorbidos por el organismo, los componentes de la familia de la cebolla causan problemas aún más peligrosos para los gatos.
Un componente de la familia Allium daña los glóbulos rojos de los gatos. El daño provoca que los cuerpos de Heinz se adhieran a los glóbulos rojos, lo que desencadena que el organismo los destruya. Cuando esto ocurre en un grado elevado, el gato se vuelve anémico, lo que significa que no hay suficientes glóbulos rojos circulantes para suministrar la cantidad adecuada de oxígeno a los tejidos.
Los perros se ven afectados por la toxicidad del Allium de forma similar a los gatos, pero éstos son más sensibles a cantidades menores, en general.
¿Cuáles son los signos de intoxicación por cebolla y ajo en los gatos?
Los signos de intoxicación por la familia de la cebolla en los gatos están relacionados con la anemia y la falta de perfusión de oxígeno a los tejidos y pueden incluir:
- Encías pálidas o «embarradas
- Debilidad
- Letargo
- Falta de apetito
- Frecuencia cardiaca y respiratoria aceleradas
- Respiración dificultosa, jadeo o respiración con la boca abierta (estos signos indican que se trata de una emergencia)
- Babeo
- Orina roja o marrón
¿Cómo se diagnostica la toxicidad por cebolla en los gatos?
Un veterinario utilizará las siguientes herramientas para diagnosticar la toxicidad por ajo o cebolla en su gato:
- Un historial exhaustivo por su parte
- Un examen físico completo
- Los resultados de un análisis de sangre CBC
¿Cómo se trata la toxicidad por la familia Allium en gatos?
El tratamiento de la toxicidad por cebolla y ajo en gatos es principalmente de apoyo. Si la anemia es grave, el gato puede necesitar una transfusión de sangre y oxigenoterapia.
Los líquidos intravenosos y los medicamentos contra las náuseas pueden ayudar al gato a recuperarse más rápidamente.
¿Cómo puedo prevenir la toxicidad del ajo y la cebolla en mi gato?
La mejor forma de prevenir esta toxicidad es mantener los alimentos humanos lejos de su gato. Esto incluye asegurar los cubos de basura para que el gato no pueda entrar en ellos.
Además, compruebe cuidadosamente las etiquetas de cualquier alimento humano que pueda darle a su gato antes de dárselo. Esto incluye la comida para bebés y las golosinas caseras para gatos.
El ajo, la cebolla, el cebollino y el puerro son venenosos para perros y gatos
Cebollas, ajos, cebollinos y puerros pueden ser la base de muchas obras maestras culinarias, pero el artículo de hoy de la Semana de Prevención de Envenenamientos de Mascotas explica por qué este «temible cuarteto» es una mala noticia para perros y gatos.
La cebolla, el ajo, el cebollino y el puerro pertenecen a la familia Allium y son venenosos tanto para perros como para gatos si la dosis es la adecuada (si comen una sola ración grande o pican pequeñas cantidades repetidamente a lo largo del tiempo). Se considera que el ajo es unas cinco veces más tóxico que la cebolla para perros y gatos. Algunas razas y especies parecen ser más sensibles, sobre todo las de ascendencia japonesa (por ejemplo, Akita o Shiba Inu).
La intoxicación por cebolla y ajo provoca gastroenteritis (por ejemplo, náuseas, irritación oral, babeo, dolor abdominal, vómitos, diarrea) y, lo que es más grave, daños oxidativos en los glóbulos rojos que provocan su rotura. Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo, por lo que su destrucción provoca síntomas de anemia, como letargo, encías pálidas, frecuencia cardiaca elevada, aumento de la frecuencia respiratoria, debilidad, intolerancia al ejercicio, colapso e incluso la muerte. Los alliums también relajan los músculos del corazón y dilatan los vasos sanguíneos, provocando problemas circulatorios y presión arterial baja. Esto provoca debilidad y dificulta aún más el suministro de oxígeno a los órganos vitales. Además, las sustancias químicas derivadas de algunas de estas plantas disminuyen la capacidad de coagulación de la sangre.
La intoxicación por cebolla y ajo puede tener un inicio tardío, y es posible que los signos clínicos no se manifiesten hasta pasados varios días. Aunque en algunos animales de compañía, sobre todo perros, cantidades ínfimas de estos alimentos pueden ser inocuas, ingestas importantes pueden ser muy tóxicas.
Si sospecha que su perro o gato ha ingerido una de estas plantas, llame inmediatamente a su veterinario (o a la clínica veterinaria de urgencias más cercana). Si la ingestión ha sido reciente, su veterinario puede inducir el vómito para eliminar las hierbas no digeridas del tracto gastrointestinal de su mascota; sin embargo, no debe inducir el vómito en casa sin consultar al médico de su mascota. Su veterinario también puede administrar carbón activado para descontaminar el tracto gastrointestinal. Estas tácticas sirven para evitar que la toxina se fije en el organismo.
Si la toxina ya ha comenzado su trabajo sucio, su mascota puede requerir atención de apoyo en forma de líquidos intravenosos y medicamentos para aliviar los síntomas gastrointestinales. Si la anemia es grave, puede necesitar una transfusión de sangre y oxigenoterapia para proteger la función de los órganos. Puede ser necesaria la hospitalización y un seguimiento prolongado porque la peor fase de la anemia suele producirse varios días después del consumo.
¿Cómo puede prevenirse la intoxicación?
Es importante tener en cuenta que cualquier forma de estas hortalizas puede ser tóxica. Las hierbas secas, en polvo, líquidas, cocidas o crudas son todas venenosas para su perro. Otra fuente peligrosa de estos vegetales tóxicos son los suplementos nutricionales para humanos, que son concentrados y pueden parecer una golosina si se cae accidentalmente una pastilla al suelo.