Tú puedes que tengas una relación abierta con tu gato y que no lo sepas. Existen varios tipos de relaciones entre humanos y gatos que determinan que tu compañero felino sea más o menos independiente. Lógicamente, las relaciones son cosas de dos; no le podemos echar solamente la culpa a nuestro gato de que sea más o menos independiente. También nos tenemos que fijar en nosotros mismos.
Relación con tu Gato
Ahora seguro que te interesa saber cómo es la relación con tu gato. No te preocupes, que para eso estoy aquí. He estado buscando y he encontrado un estudio muy interesante donde explican que existen cinco tipos de relaciones entre humanos y gatos, y te voy a contar todo sobre ellas, porque es muy interesante. Estas relaciones pueden ser abiertas, casuales, remotas, codependientes y de amistad. A priori, ¿tú con cuál te identificas más? ¿Cuál piensas que tienes tú con tu compañero felino? Déjame un comentario y a ver si luego coincide con lo que te cuento.
Evaluación de la Relación
Para evaluar la relación que tienen los humanos con los gatos, en el estudio hicieron cuatro tipos de preguntas: 1) ¿Cómo de implicado estaba emocionalmente el compañero humano con el gato? 2) ¿Cuál es la necesidad del gato de buscar a su compañero humano y estar en su presencia? 3) Si el gato toleraba la presencia de otros humanos, además de la de su familia, y 4) La necesidad que tenía el gato de estar solo. Con todos estos elementos sobre la mesa, veamos cómo es la relación que tú tienes con tu compañero felino.
Relación Abierta
Relación abierta: Esto no es lo que tú te puedes estar imaginando ahora mismo. Si tú y tu compañero felino tenéis este tipo de relación, vas a observar que tu gato es bastante sociable. Es decir, no se pone nervioso porque haya otras personas en la misma habitación y no se va directamente a esconderse. Tú estás tranquilo con tu gato, pero no necesitas que esté todo el día encima de ti, ni tú encima de él. Esto no significa que no le quieras; le das todo lo que necesita.
Gatos en la Calle
Incluso este tipo de relaciones se producen mucho en gatos que salen a la calle. Tú le proporcionas acceso al exterior, a una zona donde el gato se puede divertir o donde puede tener todos los estímulos necesarios. Te preocupas por el bienestar de tu gato, pero no tienes la necesidad de estar todo el día con él. Este ejemplo que te he mencionado sobre el gato saliendo a la calle ya sabéis que yo no estoy nada de acuerdo, porque en la calle hay muchísimos peligros. Pero es un ejemplo que ponen en el estudio para ilustrar que tú le das libertad a tu gato.
Relaciones Abiertas
Por lo tanto, las relaciones abiertas entre humanos y gatos son sanas. Podemos considerar que están bien. Si tienes este tipo de relación con tu gato, yo en principio no veo nada preocupante. Ahora, eso sí, que no salgan a la calle.
Relación Casual
Relación casual: como su propio nombre indica, esto es un tipo de relación en la que tú y tu gato os veis un ratito y os toleráis. Pero es verdad que no pasáis muchísimo tiempo juntos. Esto no significa que tu gato sea poco sociable; de hecho, los gatos que tienen estas relaciones con humanos prefieren a su compañero humano frente a cualquier otro tipo de individuo. Lo que hace que la relación sea un poco distante es precisamente el comportamiento de su familia humana, es decir, tú. En este caso, no nos vamos a engañar; tú pasas un poco de tu gato.
Necesidades del Gato
No es que no le eches de comer; tú le das todo lo que tu gato necesita, pero no estás con él para satisfacer otras necesidades un poco más avanzadas, como por ejemplo el juego. No pasas demasiado tiempo con tu compañero felino, y vuestro vínculo, aunque no sea malo, no es precisamente el mejor. Tu gato está a gusto a tu lado, pero no te va a echar mucho de menos cuando estás fuera.
Consecuencias de la Relación Casual
Esta relación suele producirse con aquellos humanos que no consideran al gato como un miembro indispensable de su familia. Sí, convive con ellos, pero no piensan en su gato cuando consideran su unidad familiar. Yo sé que este tipo de relación entre los seguidores de «Mascotas y Familias Felices» no es, casi, nada habitual. Pero si tú ves que pasas poco tiempo con tu gato, que no le dedicas el tiempo que es recomendable para jugar, que es más o menos media hora al día, y que no estás muy pendiente de tu compañero felino, ten cuidado. Puede ser que tengas una relación casual con tu gato y no te hayas dado cuenta.
Mejorando la Interacción
Sin ser esta una relación en la que tu gato esté sufriendo, sí que está bien atendido en casa. Yo sí te recomendaría que mejores un poco la interacción que tienes con tu compañero felino, porque es muy importante que nuestros gatos se encuentren estimulados y seguros en nuestra presencia. Un gato que juega con su compañero humano es un gato que tiene un vínculo muy fuerte con él y que, cuando pasa cualquier cosa, como por ejemplo fuegos artificiales o ruidos estruendosos en la calle, se siente mucho mejor si tú estás presente.
Relación Remota
Relación remota: aquí vamos un pasito más allá del tipo de relación casual. El gato y el humano, bueno, se pueden tolerar, pero podríamos resumirlo todo como «cada uno a lo suyo». El gato está completamente independiente de su compañero humano, y la implicación que tiene la familia humana con el gato también es muy baja. No le dedican apenas tiempo, y esta relación es un poco más preocupante. En estos casos, los gatos no suelen tolerar bien a otras personas y no sienten ningún tipo de necesidad de estar en presencia de su familia humana.
Ejemplo de Relación Remota
Es un poco la relación que se daba en los gatos callejeros. En el pueblo de mis abuelos había personas que alimentaban algunos gatos, y ese gato era bien tolerado por el humano. ¿Por qué? Porque se acercaba a su casa, le hacía un poco de compañía, pero la relación prácticamente se limitaba a ponerle comida. El gato vivía fuera de casa y solamente se acercaba en el momento de comer. En este caso, la diferencia es que el gato convive contigo, pero tú solamente le pones de comer, le limpias el arenero y gracias.
Soporte Emocional
Obviamente, las personas que tienen esta relación con su compañero felino, bueno, si lo podemos llamar así, porque realmente es su gato, no suponen ningún tipo de apoyo emocional para el gato en los momentos de estrés. El gato, de hecho, no se va a sentir más seguro porque tú estés delante, porque precisamente no encuentra en el humano un pilar importante para apaciguarse. Esto repercute en muchos aspectos de su vida, como por ejemplo, en el momento de llevarlo al veterinario. No se siente más tranquilo porque tú estés en la consulta; meterlo en el transportín va a ser todo un circo.
Mejora Necesaria
Por eso, en este tipo de relaciones remotas, te recomiendo muchísimo que mejores sobre todo el tiempo que le dedicas a tu compañero felino. Tu compañero felino no es cualquier cosa que está en tu casa y que, bueno, hace bonito. Tienes que pasar más tiempo con él, dedicarle un tiempo de calidad y, de hecho, preocuparte e involucrarte un poco más en su bienestar. Sé que ninguna de las personas que estáis viendo este vídeo tenéis esa relación con vuestro gato, pero seguramente conoces a alguna persona que sí. Para todas esas personas con una relación remota con sus gatos, pásales este vídeo y que por lo menos se sientan aludidos.
Malentendidos
Y ojo, en ningún momento me estoy refiriendo a maltrato animal ni nada. O sea, te puede sonar que la relación remota con el gato es lo peor, pero no se trata de eso. La persona no quiere que le pase nada malo al gato, pero es verdad que la implicación que tiene con el gato no es muy alta y simplemente se limita a satisfacer los aspectos más básicos, sin profundizar en nada más. Lo que pasa es que, desde el punto de vista del comportamiento del gato, es normal que él tenga una relación un poco más distante, y por eso es necesario trabajar en ello para que él se sienta también parte de la unidad familiar.
Relación Codependiente
Relación codependiente: ahora pasamos a la otra cara de la moneda, vamos de un extremo al otro. Si antes te decía que las personas no tenían suficiente implicación con sus compañeros felinos, en este tipo de relación la implicación es mucha, es casi casi excesiva. Los gatos, por su parte, son bastante sociables y buscan siempre el contacto y la presencia de su compañero humano. Así, en el comportamiento del gato, vamos a ver que te está todo el día persiguiendo por casa, que quiere estar solamente contigo y que incluso lo pasa mal cuando tú no estás.