La coloración del pelaje de un gato tiene que ver con la genética, igual que el color del pelo de una persona. Lo mismo ocurre con los puntos de color más oscuros de un gato siamés, pero la genética implicada en este caso es un poco más interesante.
Los gatos siameses tienen un pelaje que cambia de color en relación con el calor
El color del pelaje de los gatos siameses es muy interesante. Es claro a menos que baje la temperatura del gato; entonces se oscurece.
Todos los gatos siameses tienen un gen que los hace parcialmente albinos. Son gatos blancos, y así nacen. Sin embargo, este gen tiene una mutación que afecta a las enzimas que controlan el color del pelaje, y esas enzimas no funcionan a temperaturas cálidas.
Las zonas del cuerpo de un gato siamés que son más frías permiten que las enzimas funcionen y se pigmentan más, o se oscurecen. Esto es lo que crea los puntos del Siamés, o las zonas más oscuras de sus patas, pies, cola y cara. El color de los puntos está controlado por otros modificadores del gen del color primario del gato.
Las áreas del tronco del gato, especialmente la espalda, son a menudo de un tono medio entre el blanco y los puntos del gato. Esto se debe a que esas zonas del cuerpo son más frías que la temperatura corporal central, pero no tanto como las extremidades.
Los gatitos siameses nacen más claros y sus puntos se oscurecen.
¿Por qué los gatitos siameses son más claros que los adultos?
La temperatura dentro del útero de la gata madre es cálida y estable; demasiado cálida para que se activen las enzimas que oscurecen el pigmento del pelaje. Por eso los gatitos siameses nacen blancos. Un criador experimentado puede adivinar a menudo de qué color acabarán siendo los puntos del gatito basándose en el color de las almohadillas de las patas y de la nariz, pero ese color no suele empezar a desarrollarse hasta aproximadamente una semana después del nacimiento y no se completa hasta alrededor del año de edad.