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Los antiguos egipcios tenían una gran reverencia por los gatos e incluso retrataron a muchas de sus diosas como gatos. Resulta que aproximadamente el 70 por ciento de las ilustraciones de las tumbas, los jeroglíficos y otras obras de arte que se encuentran en todo el mundo del antiguo Egipto son esmoquin.
Pero su legado e influencia no se detuvo allí; de hecho, los egipcios apenas empezaron.
En la historia más reciente, un gato de esmoquin se unió a la carrera por la alcaldía. Aunque no ganó el asiento, Tuxedo Stan llamó la atención sobre el problema de los gatos sin hogar en su ciudad de Halifax, Canadá. También ayudó a obtener una gran subvención del ayuntamiento para administrar una clínica de esterilización / castración.
Stan no es el único gato en el negocio de la política. Socks vivió en la Casa Blanca con la familia Clinton durante el mandato del ex presidente Bill Clinton. Socks se hizo tan famoso que llegó al sello postal del país de la República Centroafricana e incluso tuvo un cameo en una comedia de situación y una tira de dibujos animados.
El Reino Unido otorgó su Medalla Dickin a tuxie Simon debido a su asistencia a la Royal Navy británica en 1949.
Henri, le Chat Noir, fue una serie web protagonizada por el esmoquin Henri. Una de sus películas fue nombrada la mejor entre los videos de gatos por Roger Ebert, lo cual no es tarea fácil considerando que los gatos son dueños de Internet y sus videos están en todas partes, todo el tiempo.
Sparky el esmoquin recibió algunos millones como herencia en 1998; ningún otro gato ha heredado tanto (¡y tampoco la mayoría de los humanos!)
Algunos de los mejores y más creativos cerebros de la historia disfrutaron de la compañía del esmoquin. Se informa que Beethoven, Isaac Newton y Shakespeare tienen a estos elegantes gatos como mascotas.
Los esmoquin se han celebrado a lo largo del tiempo, en todos los continentes y en todas las culturas, y sospechamos que seguirán disfrutando de un nivel de fama y prestigio que otros tipos de gatos tal vez nunca hayan visto.
Supongo que es cierto lo que dicen: la ropa hace al… gato.
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