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Cómo acostumbrar a un perro a utilizar el bozal

¡Hola! Soy una educadora canina con experiencia y mi perro, Rey, tiene 12 años. Ha estado conmigo durante unos 10 años. Él está catalogado como una raza potencialmente peligrosa, así que hoy hablaremos sobre cómo acostumbrar a un perro al uso del bozal.

Normalmente, recomendamos un tipo de bozal llamado «gusano Harvey» porque es más cómodo para el perro, permitiéndole respirar adecuadamente. Podemos premiar al perro dándole golosinas para que las mastique tranquilamente. Incluso puede beber agua mientras lleva puesto este tipo de bozal. No recomendamos los bozales de tela, ya que pueden causar irritación en el hocico del perro y dificultan la respiración. Además, podrían llegar a morder a través de ellos.

Sin embargo, ponerle un bozal a un perro no es tan simple como parece, ya que el perro intentará quitárselo o, en el peor de los casos, se bloqueará y se negará a caminar. Esto es especialmente cierto para razas que están obligadas a usar bozal, como en el metro.

La clave para acostumbrar al perro al bozal es hacerlo de manera progresiva y gradual durante un período mínimo de dos semanas. Aquí está el proceso:

  1. Mostrar el bozal y premiar al perro por tolerarlo. Repite esto varias veces.
  2. Colocar el bozal en la base de la nariz del perro y premiar cuando lo toque. Continuar hasta que lo haga con facilidad.
  3. Mover el bozal al fondo de la nariz y premiar nuevamente. Asegúrate de que el perro se sienta cómodo.
  4. Acostumbrar al perro a pasar las tiras por detrás de su cabeza. Es posible que necesites la ayuda de otra persona para esto. Hazlo de manera suave y gradual.
  5. Colocar los premios en el fondo del bozal mientras alguien más sostiene las tiras en su lugar. Esto asegura que el perro relacione el bozal con cosas positivas.
  6. Nunca retrocedas en el proceso a menos que el perro muestre signos de miedo o incomodidad, como retirarse o tener las orejas hacia atrás. Continúa avanzando paso a paso.
  7. Finalmente, tira premios al suelo y permite que el perro los recoja con el bozal puesto. Esto refuerza la idea de que el bozal no es una amenaza.

Recuerda siempre buscar asesoramiento profesional sobre el uso del bozal. Gracias por tu atención.